Los investigadores realizaron un seguimiento durante 10 años a 54.446 personas

–

La obesidad, vinculada generalmente a la aparición de afecciones cardiovasculares, debe ser considerada también como uno de los factores de riesgo exponencial para la aparición de distintos tipos de cáncer, sobre todo en mujeres. A esa conclusión llegó el estudio FRESCO (Función de Riesgo Española de eventos Coronarios y Otros), que estuvo liderado por investigadores del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas y médicos del Hospital del Mar.

De acuerdo con los resultados de esta investigación, la obesidad podría multiplicar por cinco el riesgo de las mujeres de sufrir una enfermedad cardiovascular y hasta por doce las probabilidades de que desarrollen un cáncer, en comparación con mujeres en peso normal. Para llegar a este resultado, los investigadores realizaron un seguimiento durante 10 años a 54.446 personas de 7 comunidades autónomas de España.

En lo relacionado a los hombres, “la obesidad multiplica por dos las posibilidades de desarrollar algún tipo de cáncer, pero no influye de forma significativa en el caso de las enfermedades cardiovasculares”, según se detalla en el estudio.

La influencia del sobrepeso en las mujeres es tal que, aún sin haber llegado a ser obesas -sino estando solo en percentiles de sobrepeso-, se presentaría un riesgo doble de padecer patologías cardiovasculares, y de cuatro veces más en temas oncológicos.

En la presentación de los resultados, los investigadores de FRESCO resaltaron su preocupación porque el riesgo elevado que demostraron está en armonía con lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha catalogado como una” epidemia mundial de obesidad”, porque se estima que más de 650 millones de personas en el mundo sufren de este tipo de sobrepeso elevado.

En este sentido, el Dr. Jaume Marrugat , investigador principal del estudio FRESCO lamentó que “las mejoras en los factores de riesgo cardiovascular alcanzadas en los últimos 20 años, quedan dramáticamente neutralizadas por la epidemia de la obesidad”, por lo que exhortó a los Estados y a sus ciudadanos a “buscar estrategias para el desarrollo de actividades de promoción de una dieta saludable, la realización de actividad física, el cribado de enfermedades y establecer políticas de prevención que afecten al conjunto de la población, para ayudar a disminuir la prevalencia de la obesidad ” .

En nuestro país, el informe Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe, presentado el año pasado por la agencia de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) revela que Argentina duplicó en treinta años la prevalencia de obesidad en mujeres, que subió de 15,1% en 1980 a 30% en 2014. En cuanto a los hombres, pasó de 12,5% a 26,7%. Con estas cifras, el país se ubica de primero dentro de las naciones con incidencia de obesidad en la región.