En Latinoamérica ase celebra el Día del Nutricionista. La fecha sirve para recordar que existen distintos ámbitos de desempeño para estos profesionales. Aquí se incluye a la salud pública.
Este 11 de agosto los y las nutricionistas de América Latina celebran su día. Así ocurre desde 1974, en conmemoración del nacimiento del Dr. Pedro Escudero, médico argentino y pionero de la nutrición humana en la región. Es que el Dr. Escudero (1887 -1963) instaló consultorios, fue jefe de sala, dirigió servicios en hospitales, fundó institutos especializados. Además, logró ser maestro de generaciones de profesionales. Su labor como nutricionista clínico ha sido descrita como “descollante”.
Pero la atención individual de un paciente no es el único rol que tienen los profesionales de la nutrición en la actualidad. Con mayor frecuencia existen quienes ejercen la profesión lejos de hospitales y consultorios. Logran así incursionar en áreas diversas que brindan grandes beneficios a la alimentación colectiva y a la salud pública.
La injerencia del nutricionista en el área de la alimentación colectiva resulta vital. Es quien gestiona de manera integral los servicios de alimentación con la finalidad de resguardar la seguridad y la calidad alimentaria. Busca satisfacer necesidades nutricionales pero, además, respetar la cultura y educar a los usuarios.
Lo relatado aparece en la presentación de la licenciatura de nutrición en la Universidad de la Frontera (Chile). Según la entidad, en este dominio, el o la nutricionista desarrolla funciones para entregar un servicio de alta calidad: aplica conocimientos de alimentación y nutrición, administra y gestiona procesos de planificación, analiza costos, organiza la infraestructura, dirige recursos humanos. Además, entre otras funciones, evalúa los servicios y brinda sistemas de aseguramiento de calidad. Este rol requiere de una dinámica de mejora continua y la implementación de nuevas tecnologías aplicadas a los procesos productivos. El objetivo es dar con una garantía de seguridad del producto final.
La seguridad de los alimentos es una de las preocupaciones de la nutricionista Gabriela García Almeida. La profesional recibió su título de grado en el 2013, en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Luego se especializó en el área de los alimentos y completó en 2018 una maestría en alimentos saludables (Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos-Universidad de Chile). Actualmente, trabaja en un proyecto del municipio de Quito (Ecuador) en el área de inocuidad alimentaria.
Allí se encarga de la implementación de la estrategia Mercado Saludable y Asociación Saludable. Su jornada laboral transcurre entre: visitas técnicas, toma de muestras de alimentos a manipuladores de alimentos, talleres sobre inocuidad alimentaria a la población, la determinación de nivel de riesgo de contaminación en alimentos, y los seguimientos respectivos. “Me gratifica aportar para que las personas tengan mayor bienestar, puedan adherir a buenos hábitos en su día a día y que esto se vea reflejado en una mejor calidad de vida”, comenta García Almeida a Océano Medicina.
En el último tiempo, la profesional nota un avance en el ejercicio profesional de la nutrición en el Ecuador. Nota como es más reconocida y valorada en el sector público y privado. “Sin embargo, aún es necesario involucrar al nutricionista en áreas de trabajo que puedan ir más allá de la nutrición clínica, o dietética, y en donde pueda ser parte de equipos multidisciplinarios relacionados con la nutrición y los alimentos”, comenta.
García Almeida focaliza su trabajo en la protección de la salud a nivel poblacional. Es que el ámbito de la salud pública es un terreno fértil para el profesional de la nutrición. Allí, quien se incline por desempeñarse puede: cumplir funciones de promoción en salud, nutrición y alimentación, abordar temáticas relacionadas con determinantes sociales, realizar una vigilancia alimentaria -nutricional colectiva, además de cumplir funciones de gestión y administración en programas alimentarios.
“La nutrición tiene nuevas, e interesantes, aristas en las cuales nos podemos involucrar”, comenta García Almeida. Y pide en este día que sus colegas mantengan la mente abierta ante las nuevas posibilidades futuras de trabajo. “Somos y seremos un pilar importante para la salud pública y la seguridad alimentaria”, afirma.
Nutrición
500 horasCardiología
400 horasUniversidad de La Frontera (Chile)
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