Se conmemora este 26 de agosto el Día Internacional contra el Dengue. La efeméride permite dar mayor visibilidad a una epidemia silenciosa que ha crecido dramáticamente en las últimas décadas. Latinoamérica no ha estado exenta de ese fenómeno. La incidencia del dengue en la región pasó de 1,5 millones de casos en la década de 1980, a 16,2 millones para el periodo comprendido entre el año 2010 y 2019.

Pero este 2023 aún puede ser lamentablemente peor para América Latina. Durante el primer semestre ya se registraron más de 3 millones de casos en el continente. Dicha cifra -que quebró récords en las estadísticas- supera a la reportada durante todo 2022. Y de la mano de factores climáticos tiene margen para crecer en lo que resta del año. Atento a ello, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) pide la intensificación de medidas para controlar la enfermedad.

El dengue golpea Latinoamérica

En la primera mitad del año la enfermedad ha impactado fundamentalmente en el cono sur de la región. Según la OPS, la tasa de incidencia de pacientes por cada 100.000 habitantes pasó aquí de 283,12 en 2022 a 308,36 durante este año. Además, el total de muertes aumentó de 1.290 en el año anterior a 1.325 en lo que va de 2023.

Los países que lideran las estadísticas son Brasil, Perú y Bolivia. Pero es en territorio brasileño en donde se concentran la mayoría de los casos de dengue (80% del total). El incremento allí es de un 13% con respecto al mismo periodo de 2022 y de un 73% en relación a la media de los últimos cinco años. Alrededor de 1.249 casos en Brasil fueron clasificados como dengue severo.

La región andina también experimenta inusuales incrementos en las estadísticas. Durante este año se han reportado más de 400.000 casos y una tasa de letalidad más alta en los países que la conforman. Por ejemplo, en Bolivia los reportes indican incrementos en el número de casos cinco veces mayores a la media de los últimos cinco años. En tanto que Perú y Colombia siguen a Brasil en el reporte de dengue severo, con 701 y 683 casos, respectivamente.

¿Cómo se explica el incremento en el número de casos de dengue?

Según la OPS, el fenómeno reflejado en las estadísticas podría responder a múltiples causas. Citan como posibles desencadenantes: el inicio temprano de la temporada de dengue, el incremento de la densidad del mosquito vector en la región, el elevado porcentaje de la población susceptible a la infección y el impacto del cambio climático y del fenómeno denominado “El Niño”.

La pasada pandemia por COVID 19 también tendría injerencia en los números actuales. Esto debido a la paralización de estrategias de control del vector del dengue durante los momentos más álgidos de la emergencia sanitaria. En la mayoría de los países de la región los recursos disponibles fueron reorientados para hacer frente al virus SARS-CoV-2.

Lo que se espera para el resto del año

Lo que queda de 2023 no será sencillo en la epidemiología del dengue. Ya la OPS ha alertado la posibilidad de que fenómenos meteorológicos generen aumentos en las precipitaciones de la región. Esto se traduciría directamente en un incremento en la incidencia de la enfermedad en zonas endémicas. La lupa ahora está puesta en América del Norte, Centroamérica y el Caribe.

“Los países de la región deben estar extremadamente atentos y preparados para intensificar las acciones de prevención, detección temprana, diagnóstico y control del dengue”, pide la OPS. Esto incluye: mejorar la capacitación del personal de salud en la detección de casos y complicaciones, lograr la identificación de grupos en riesgo de padecer enfermedad grave, dar con un manejo clínico adecuado de los pacientes y facilitar el seguimiento de los casos para prevenir futuras muertes. “En la segunda mitad de 2023, lo que se espera es un aumento de casos de dengue”, recuerdan desde la entidad.