A mediados de 2022, la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic) alertó sobre el preocupante aumento en el consumo de drogas químicas en el país, sobre todo cristal y fentanilo (un crecimiento del 500% de 2013 a la fecha).

Dicha comisión informó que el número de personas que acudió a consulta a alguno de sus centros en todo el país por consumo de fentanilo pasó de cinco en 2013 a 184 en 2021.

El comisionado nacional contra las adicciones, Gady Zabicky Sirot, advirtió que existe alta disponibilidad de este tipo de drogas en diversas zonas del país. Sobre todo en ciudades fronterizas del norte, porque su precio es menor que otras. Además, precisó que su consumo ha crecido entre choferes de camiones, jornaleros y trabajadores de empresas maquiladoras, “quienes las utilizan para soportar jornadas laborales excesivas”.

De acuerdo con datos de la Cruz Roja, en la ciudad de Tijuana, Baja California, se pasó de nueve fallecimientos por sobredosis de fentanilo registrados en los cuatro primeros meses de 2019 a 24 en el mismo período de 2022.

Muchos de los consumidores son migrantes t personas deportadas de Estados Unidos que viven en situación de calle.

Más potente que la morfina y la heroína

El consumo de fentanilo se ha convertido en una de las mayores preocupaciones de salud para Estados Unidos, debido al alto número de sobredosis registradas en los últimos años. Tan solo entre febrero de 2021 y 2022 se registraron 10.900 muertes de estadounidenses por sobredosis. Además, cada 5 minutos se registra una víctima mortal.

Silvia Cruz Martín del Campo es investigadora del Departamento de Farmacobiología del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (IPN). En entrevista para Radio UNAM, resaltó que un kilogramo de fentanilo equivale a 100 kilos de morfina y a 10 kilos de heroína. Un kilo de fentanilo, aseveró, es suficiente para producir medio millón de dosis mortales.

Agregó que, además de ser menos compleja su obtención, el fentanilo es de fácil transportación.

“No se necesitan camiones porque se puede llevar en la bolsa del pantalón, lo que significa que es mucho mejor negocio que la heroína”.

Uso clínico y como adulterante

Silvia Cruz recordó que el fentanilo se sintetizó “con buenas intenciones”. Que es usado como un adyudante anestésico. “El fentanilo se usa en cirugías cortas, porque su inicio de acción es muy rápido y su duración es breve. Entonces, la gente entra y sale de la anestesia muy bien. Es de uso muy común y su empleo bajo control logra un alivio del dolor excelente. Sin embargo, cuando se utiliza fuera del entorno clínico es muy fácil llegar a la sobredosis”.

No obstante que el consumo de fentanilo en México se disparó 500%, para la especialista el problema mayor, por ahora, no es tanto este incremento, sino otros dos aspectos. “En primer lugar, existe muy poca consciencia de que el fentanilo es un adulterante. Es decir, que no solo está en la heroína sino que también está en otros psicoestimulantes. La población que consume metanfetamina o cocaína o este tipo de sustancias estimulantes generalmente no tiene consciencia de que puede estar consumiendo opioides como el fentanilo. Que puede caer en una sobredosis y morir”.

Sin naloxona

Para la especialista mexicana, el segundo problema mayor es que en México no se tiene acceso a la naloxona, que es el antídoto para las sobredosis de fentanilo, porque está clasificada como opioide y se encuentra controlada, mientras que en Estados Unidos y Canadá se regala y distribuye libremente. “La naloxona es un antídoto y se le da a alguien que está en sobredosis de fentanilo para sacarla, pero en México no está disponible porque está controlada. En algún momento histórico alguien sin muchos conocimientos de farmacología vio la estructura de la naloxona y lo clasificó como un opioide”.

Al respecto, señaló que, actualmente, existe una iniciativa de ley para que la naloxona sea borrada del artículo 245 de la Ley General de Salud donde, erróneamente, está clasificada como un psicotrópico, cuando en realidad es un antagonista.