El estudio realizado por el Instituto Salk sugiere que las personas que previamente han sido infectadas por el dengue no terminan desarrollando el zika
Una investigación del Instituto Salk de Estudios Biológicos propone que la inmunización contra el virus del dengue (DENV) puede ser efectiva también para evitar infecciones por el virus zika (ZIKV), ambos transmitidos por el Aedes aegypti, aunque esta última aún sin una vacuna que pueda combatirla.
El ensayo se titula “Las células T CD8 + reactivas al virus del dengue median en la protección cruzada contra el desafío subsiguiente al virus del Zika” y fue publicado recientemente por la revista Nature Communications.
“En algunas partes del mundo, el virus del zika actúa casi como una infección secundaria (una infección que comienza durante o después del tratamiento de otra). Se ha propagado por Brasil y Latinoamérica, y se mueve hacia lugares de Asia, donde la gente había contraído antes el dengue”, señaló la inmunóloga Sujan Shrseta, coordinadora de la investigación, según reseña la agencia EFE.
Los especialistas, en concreto, identificaron un tipo específico de linfocitos T del sistema inmune con la capacidad para proteger de ambos virus a las personas que habitan en esas regiones vulnerables.
La reseña de la agencia EFE explica que en el momento en que el organismo es atacado por un patógeno, se ponen en marcha dentro del cuerpo dos tipos de respuesta inmune para tratar de neutralizarlo, un mecanismo que las vacunas emulan:
Los ratones usados en la investigación fueron expuestos al virus zika con una cepa del dengue. Después de recuperarse, adquirieron inmunidad contra el dengue y, al mismo tiempo, habían disminuido los efectos del zika tanto en células sanguíneas como en tejidos del cerebro e hígado.
El estudio sugiere entonces que las personas que previamente han sido infectadas por el dengue no terminan desarrollando el zika, aunque hayan sido expuestas a esta enfermedad también, como ocurre con los recién nacidos de territorios en donde el dengue es endémico.
Según la OMS, el virus de Zika es un flavivirus transmitido por mosquitos que se identificó por vez primera en macacos (Uganda, 1947), a través de una red de monitoreo de la fiebre amarilla. Posteriormente, en 1952, se identificó en el ser humano en Uganda y la República Unida de Tanzanía.
Hasta la fecha se han registrado brotes de enfermedad por este virus en África, Asia, el Pacífico y las Américas, en donde el año pasado se asentó una epidemia con importantes repercusiones que se aprecian hasta hoy en día. La evidencia demostró que el virus puede transmitirse a través de la picadura del mosquito Aedes Aegypti (que también transmite Chikungunya), por relaciones sexuales y transfusiones de sangre. Se acordó, además, una relación causal entre el virus de zika y la microcefalia y el síndrome de Guillain-Barré.
Más zika, menos nacimientos
La epidemia de Zika podría tener consecuencias trascendentales para algunas sociedades.
En 2016, número de nacimientos registrados en todo Brasil fue de 2,79 millones, lo que indica una caída del 5,1% con relación a 2015, cuando hubo 2,95 millones de registros. Es la primera vez que el número disminuye tanto desde 2010.
Las estadísticas del Registro Civil brasileño dicen, según Cristiane Moutinho, investigadora del instituto, que la caída en el número de nacimientos en 2016 tiene una estrecha relación con la epidemia del virus zika que azotó a ese país desde 2015, dando como resultado un alto índice de bebés nacidos con microcefalia (cabeza anormalmente pequeña) desde entonces.
Este año, solo en el primer trimestre, el país registró 165 nacimientos de bebés con microcefalia debido al virus zika, según el Ministerio de Salud de Brasil. En ese período, la enfermedad causó 14 muertes fetales o neonatales y 16 cuadros de abortos espontáneos, malformaciones y problemas en el sistema nervioso.
Unos 2.205 casos de 10 mil sospechosos de microcefalia se han confirmado desde 2015, cuando Brasil declaró emergencia sanitaria (que levantó en el segundo trimestre de este año, en mayo). Se ha confirmado desde entonces, además, la relación entre el zika y la muerte de 259 bebés.
Como parte de la lucha contra la enfermedad, en agosto de este año fueron liberados millones de mosquitos Aedes Aegypti inoculados con la bacteria Wolbachia que puede reducir el contagio de los virus del dengue, zika o chikungunya en Río de Janeiro.
Suscripción exitosa
¡Muchas gracias por suscribirte
a nuestro newsletter!